edición 2019
CONCURSO INTERNACIONAL DE COMPOSICIÓN
“GERARDO GUEVARA”
GANADORES 2019

Engels Ricardo Monteros Tello
(Primer Lugar)

Emilio José Villacis
Villagrán
(Segundo Lugar)

Ángel Stephano Di Luca Acuña
(Tercer Lugar)

Mateo Alejandro Terán Alcocer
(Menciòn de Honor)
BIOGRAFÍAS
- ENGELS RICARDO MONTEROS TELLO
- EMILIO JOSÉ VILLACÍS VILLAGRAN
- Ángel Stephano Di Luca Acuña
- MATEO ALEJANDRO TERÁN ALCOCER



Musical en el Conservatorio Antonio Neumane de Guayaquil, con especialización en violín.
Como compositor autodidacta, ha participado en el concurso de composición coral de Young
New Yorkers Chorus de la Ciudad de New York, Estados Unidos, y en el “Concurso de
Composición de Gerardo Guevara” organizado por la Orquesta Joven de Integración (Young
Orchestra of Integration Y.O.I.) en Moscú, Rusia, ganando el 3er lugar con su obra “Páramo”
para violín solo y orquesta de cámara; “Páramo” fue estrenada el 27 de Septiembre del 2019,
en Moscú, Rusia, por la Y.O.I. bajo la dirección del Maestro Diego Fernando Carrión, siendo la
primera obra de Di Luca en ser interpretada públicamente hasta la fecha. Actualmente Di Luca
reside en la Ciudad de New York, Estados Unidos, donde trabaja como consultor independiente
de impuestos a la renta.

DESCRIPCIÓN DE OBRAS
- FANTASÍA PARA VIOLÍN Y ORQUESTA Nro.1 (Engels Ricardo Monteros Tello)
- ANTASÍA ECUATORIANA Nro. 1 (Emilio José Villacís Villagrán)
- PÁRAMO (Ángel Stephano Di Luca Acuña)
- FLOR DE VERANO (Mateo Alejandro Terán Alcocer)
FANTASÍA PARA VIOLÍN Y ORQUESTA Nro.1 (Engels Ricardo Monteros Tello)
Obra creada en 2019 exclusivamente para el primer concurso internacional de composición “Gerardo Guevara”. Usa un lenguaje atonal mimetizado con géneros autóctonos de diferentes regiones del Ecuador. Intenta mostrar con en un nuevo rostro los mismos colores de las culturas del Ecuador Multiétnico y pluricultural, demostrando que se puede guardar la esencia ancestral con la contemporaneidad del siglo XXI. Obra llena de contrastes tanto en sus tempos y ritmos así como en su lenguaje, entrecruzando el pasado y el presente en un solo pentagrama.
ANTASÍA ECUATORIANA Nro. 1 (Emilio José Villacís Villagrán)
La obra se puede considerar casi una rapsodia debido a que cuenta con cambios totalmente articulados entre ritmos, pero se la ha denominado fantasía por la falta de armonía tradicional de la música vernácula y por la difuminación parcial del elemento vernáculo por momentos. El lenguaje de la obra es cromático en la introducción a ritmo de san juan. La armonía cromática conserva un estilo parecido a los parafraseos de Liszt en obras como las Reminiscencias de Don Giovanni, los conciertos para piano o el Totentanz. El piano es el encargado de mostrar esto con una técnica cargada mientras la orquesta presenta tensiones que modulan hasta llegar a la tonalidad propia del San Juan.
A partir de este punto la obra posee elementos muy tradicionalistas. El san juan posee movimientos típicos de III-V-I grados y sus equivalentes por enarmonía. Rítmicamente es muy estricto a la base del san juan y el lenguaje del canto es propio de la serranía ecuatoriana. El yaraví recrea la técnica cuartal del maestro Gerardo Guevara para dar un interludio indigenista pero contemporáneo. El tema principal posee melodía pentafónica (influencia indígena) junto con armonía contemporánea. Hacia el final del yaraví se retoma las formas de Liszt para modular hacia el ritmo y tonalidad del albazo. El albazo, al igual cuenta con muchos elementos tradicionales en la música y en la lírica, con ligeras coloraturas armónicas. El estribillo de esta sección usa estilo de bomba más que de albazo para dar ligereza a la obra antes de pasar al yumbo. El yumbo es cargado, lleno de unísonos para darle cuerpo, y con una percusión muy marcado hasta el final para simular el espíritu guerrero.
La obra se puede describir como una micro opereta debido a que la soprano encarna el relato de un personaje masculino. Ella relata la perspectiva del hombre a través de las múltiples escenas de su experiencia. Tanto la música como la letra cambian rápidamente de acuerdo a la evolución del relato. El texto está basado en los modismos de Manuel Mesías Carrera y la compresión y brusquedad de los cambios en las rapsodias de L. H. Salgado.
PÁRAMO (Ángel Stephano Di Luca Acuña)
La obra “Páramo” trata de evocar la imponencia de los altos nevados vistos desde la tranquilidad del páramo andino. Es una meditación y reflexión sobre la maravilla y espiritualidad que se percibe al apreciar los colosos melancólicos de la Cordillera Ecuatoriana, reflejado en el canto del violín solista que pretende volar muy alto alcanzar la cumbre, pero no lo logra. El ritmo que intenté rescatar en esta pieza es el Yaraví, usando un lenguaje musical un poco tradicional académico tonal, tratando de mantener la esencia espiritual propia de la música ecuatoriana.
FLOR DE VERANO (Mateo Alejandro Terán Alcocer)
La presente obra es un “Pasillo” que se inspira en las palabras del maestro Gerardo Guevara, que reiteradamente en distintas entrevistas menciona como a pesar de estar en contacto y nutrirse de la música europea, no olvida quién es, y cuál es su música. Esta obra forma parte de una suite de música ecuatoriana para orquesta de cuerdas que me encuentro escribiendo en este momento, donde cada pieza remarca y desarrolla algún recurso armónico, melódico, etc., de la música popular ecuatoriana, haciendo uso de técnicas de la música académica, como desarrollo motívico, formas más complejas, orquestación, contrapunto, etc. Esta es una visión propia de acercamiento hacia la música ecuatoriana inspirada por el maestro Gerardo Guevara y toda su obra junto a otros compositores ecuatorianos. Todas las obras de la suite se conectan de alguna forma con las otras como por ejemplo un motivo recurrente de acompañamiento en una de ellas, se convierte en la melodía principal de la otra, o se utiliza la misma cadencia al final de una frase.
El pasillo flor de verano está escrito en formato de violín solista con acompañamiento de orquesta de cuerdas. El violín solista recobra el virtuosismo y pasión del requinto frecuentemente utilizado en este ritmo, mientras el resto de la orquesta mantiene siempre el ritmo de la forma tradicional en la que se acompaña el pasillo, cellos y contrabajos se manejan la mayor parte del tiempo realizando las “llamadas” o “bordones” de la guitarra marcante quiteña, por la cual el bajo viaja de un acorde hacia otro con una línea melódica propia. Una de las cadencias armónicas más importantes y conocidas de la música ecuatoriana se maneja constantemente, el I, III, V7 sobre una escala menor. El primer y segundo tema de la obra, después de ser presentados por separado, aparecen al mismo tiempo a manera de contrapunto, los cuales está construidos de tal forma que ambos se escuchen bien definidos y enriquezcan mutuamente. El motivo del cello y contrabajo que se utiliza al final de las frases de los pasillos es utilizado como motivo de una sección fugada, donde sus entradas van siendo más próximas al igual que en un stretto. La orquestación refresca continuamente la obra para evitar la fatiga auditiva y mantener el interés. Hacia la coda final, los dos temas vuelven a ser presentados de forma simultánea, y el acompañamiento sobre semicorcheas con acentos en los tiempos del bajo del ritmo de pasillo anuncian el final de la obra, con un crescendo natural la adrenalina sigue aumentando, y todos los elementos importantes de la obra se van presentando, hasta llegar por última vez al I, III, V7 con el cual termina la obra.
AUSPICIANTES




